Entrevista a Yolanda Campos Bergua, directora artística del NAK

Decía Quentin Tarantino en alguna de sus entrevistas que, para él, “el cine y la música van de la mano. Cuando estoy escribiendo un guión, una de las primeras cosas que hago es buscar la música que voy a poner en la secuencia de apertura”. Esta conexión estará muy presente en la IV edición del Festival de Música Contemporánea de Navarra, NAK 2018, que arranca el 21 de septiembre y que toma como hilo conductor, y casi reivindicación, la química entre el medio cinematográfico y la música de vanguardia.

Tal y como nos cuenta Yolanda Campos Bergua, su directora artística, “este evento, impulsado por el Centro de Música Contemporánea Garaikideak, se ha convertido en un punto de encuentro entre creadores y público en el que confluyen música, creación, pensamiento estético, así como un enfoque didáctico en todas sus actividades”. Este año, proponen un programa multidisciplinar que integra 5 presentaciones, 2 talleres, 5 conciertos, 13 estrenos musicales y cinematográficos, en los que participarán más de 80 músicos.

Destaca el concierto inaugural de este viernes, “Silencio, se rueda”, que suma la interpretación en directo de seis obras inéditas concebidas por compositores del CMC Garaikideak, que aportan su sonoridad a cuatro cortometrajes de estreno del cineasta Oskar Alegria. La puesta en escena se complementa con el Coro de la Fundación Atena, entidad que fomenta el desarrollo integral de personas con discapacidad a través del arte.

Otra de sus grandes apuestas se ha gestado gracias a la colaboración con la Filmoteca de Navarra. El dúo de música electrónica y experimental NYCK, formado por Ignacio Fernández Galindo e Hilario Rodeiro, presentará en directo una sonorización para una reciente versión remasterizada del clásico de cine mudo El fantasma de la ópera (1925). Parte de la grabación del material sonoro ha sido realizada por alumnos del Conservatorio Superior de Música de Navarra, en un proceso que ha supuesto cinco meses de trabajo.

Pasarán también por NAK dos compositores invitados, Philippe Laval y Sergio Blardony, este último con su trabajo “La luz de Dreyer”, una propuesta interdisciplinar que indaga, desde la música experimental, la poesía, las artes visuales y la escena, en dos obras de Carl Theodor Dreyer.

Los bilbaínos Ensemble Kuraia presentarán un programa estructurado en tres obras: Mal(in)con(i)ci, de Sonia Megías, apoyada en una videocreación de Paola Boioli; la proyección de Apokalypsis, símbolo de una revelación, ópera multimedia compuesta por María Eugenia Luc a quien acompaña en el libreto el escritor Juan Kruz Igerabide; y Un soplo que vacía el pecho, obra de Sergio Blardony sobre textos de la poeta Pilar Martín Gila. Finalmente, en el concierto de clausura, “Música coral en el cine de vanguardia”, la Coral de Etxarri Aranatz ofrecerá una selección de obras que pondrán de manifiesto la valentía de algunos grandes cineastas como Lynch, Malick o Kubrick, al incluir música de su tiempo en sus películas.

 

Sul Ponticello: Cuarto año como directora artística de NAK. Echando la vista atrás, ¿qué progresión percibes en el festival? ¿En qué punto está?

Yolanda Campos Bergua: NAK empezó siendo un festival local. La programación de la primera edición estaba integrada, prácticamente en su totalidad, por propuestas de artistas navarros. A partir de la segunda edición hubo un crecimiento notable, se abrieron líneas de programación importantes, como el establecimiento de un hilo conductor para cada edición, un eje artístico-social que integrara propuestas de ámbito inclusivo, y una apertura a formaciones y artistas más allá del ámbito territorial de Navarra.

S.P.: ¿Qué líneas maestras han guiado la programación?

Y.C.B.: Todas las líneas programáticas que se asentaron en la edición 2017 siguen estando presentes este año, pero, además, incorporamos una propuesta multidisciplinar, no como algo puntual en uno o dos conciertos, sino en unión con el eje temático. Todos los conciertos toman como punto de partida la música de vanguardia en relación al medio cinematográfico.

Creemos que ese trabajo en la selección de propuestas, acordes a lo que el festival necesita en cada momento, y no una selección basada en atraer a artistas o ensembles más o menos conocidos, se ha convertido en la seña de identidad de NAK. Esto nos ha permitido evolucionar despacio, pero con paso firme, situándonos, después de cuatro ediciones, como un evento de referencia en el ámbito estatal.

Yolanda Campos Bergua, directora artística del Festival NAK

S.P.: El eje temático para este año, ese nexo entre cine y música de vanguardia, ¿es una buena fórmula para facilitar el contacto del gran público con la nueva creación?

Y.C.B.: Creemos que sí. Es un año de apertura hacia otras disciplinas artísticas y esto tiene un objetivo claro de atraer un nuevo tipo de público procedente de otros ámbitos. La unión de propuestas artísticas dispares provoca una experiencia sensorial mucho más amplia y esto nos parece un buen punto de partida para atraer a oyentes de otras disciplinas.

De todas maneras, y aunque, obviamente, el dato del público siempre es importante y hay que tenerlo en cuenta, surge más como una necesidad de reivindicar la incorporación de la música de vanguardia en el cine actual, más allá de su presencia como un elemento puramente anecdótico.

S.P.: El esfuerzo creador en esta edición ha sido importante, puesto que a la concepción musical se han sumado varios estrenos cinematográficos. ¿Ha resultado muy complejo ese doble proceso?

Y.C.B.: Cuantos más elementos forman parte del proceso creativo más compleja es su ejecución. A nivel de infraestructura todo se complica y hay que tener en cuenta muchos más factores. No solo para la puesta en escena, que en algunos casos es una odisea para un festival más o menos modesto como el nuestro, sino también para manejar bien los plazos de creación, preparación, ensayos, etc., que deben ser mucho más amplios para abordar todos estos aspectos correctamente, primero de manera individual y luego de forma colectiva.

Sin embargo, todo esto queda compensado porque a nivel artístico es un proceso muy rico. En las propuestas multidisciplinares hay que abordar el trabajo de creación e interpretación de manera conjunta y, por tanto, te enriquece por partida doble, ya que tienes que tener en cuenta otros puntos de vista.

S.P.: En NAK 2018 van a participar alrededor de 80 músicos. ¿Crece la conciencia sobre la difusión de la música contemporánea entre los profesionales jóvenes?

Y.C.B.: Sinceramente soy un tanto pesimista en este sentido y tengo claro que, mientras no cambie lo fundamental, la educación, de poco sirven los esfuerzos que hagamos los músicos, programadores, ni tan siquiera el público… Por descontado que hay que plantear un cambio en los conservatorios y escuelas de música. Sigue siendo habitual que los estudiantes de los conservatorios no tengan prácticamente contacto con la música de nueva creación o artistas de su tiempo, algo que, a estas alturas, debería parecernos inaudito.

Mientras no cambiemos este planteamiento obsoleto y entendamos lo importante que es educar en el arte y promover la sensibilidad hacia las vanguardias, más alejados estaremos de nuestro objetivo. Hay que tener en cuenta que es el pensamiento de vanguardia en su conjunto, el de creadores, filósofos, científicos… el que nos permite avanzar un pasito más y mirar al futuro.

 

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Entrevista a Yolanda Campos Bergua, directora artística del NAK por Ana Domínguez Vizcay, a excepción del contenido de terceros y de que se indique lo contrario, se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International Licencia.