Escuchamos hace unos días en una conocida radio comercial española un anuncio que invitaba a asistir a la proyección de la película Nosferatu, eine Symphonie des Grauens de Friedrich Wilhelm Murnau en el Auditorio Nacional, añadiendo “con música de la Orquesta Nacional de España, dirigida por Nacho de Paz”. [...]
Premisa primera: no soporto a los locos ni a los votantes españoles, quedando claro de antemano que relacionarlos en una misma sentencia no implica en modo alguno considerarlos similares; a los segundos, como colectivo valorado a tenor de los resultados electorales, los catalogaría simple y llanamente como incapaces intelectuales. Cualquier atisbo de educación y cultura ha muerto. El raciocinio ha perdido la partida. [...]
Mi “adiós” no es porque se haya muerto. O sí, tal vez sí se ha muerto, pero sólo en lo tocante a su vida pública: no lo sabemos todavía. El asunto es que enero se ve envuelto en la enésima polémica en torno a los derechos de autor con la salvedad de que en esta ocasión la opinión pública se ha puesto del lado de los creadores [...]
En este, y algún artículo que le siga, pretendo abordar la necesaria revisión de la autoría musical, un concepto desbordado en múltiples facetas, donde reina una total confusión, dándose casos de usurpación manifiesta. Es algo que ocurre frecuentemente con los recuperadores, editores o arreglistas entre los que se dan casos de auténtica autoría –la orquestación de Ravel de los Cuadros de una exposición es el ejemplo por antonomasia- y otros de evidente abuso, en ocasiones propiciado desde las propias sociedades de autores. [...]