Vivimos bajo la maldición de la frase de McLuhan: el medio es el mensaje. Un cambio de perspectiva brillante en su momento, pero que asumido hasta sus últimas consecuencias está generando monstruos; en lo que nos ocupa, programaciones monstruosas. [...]
Decouflé, sin perder el humor y la poesía, revisita sus coreografías en un intento de rejuvenecerlas y vigorizarlas mediante un nuevo y joven elenco cuya diversidad le obliga a repensarlas desde la música que uso en su momento.