En efecto, hemos cambiado… ¡y mucho!
Y ¡hop!, ¡sorpresa! ¿Qué ha ocurrido con Sul Ponticello? ¿Dónde está el antiguo formato, sus secciones Musikontext, Teletipos, Auditorio…? Bueno, quedan guardadas, bien guardadas y clasificadas en nuestros servidores, accesibles en todo momento.
Efectivamente, ahora, en los albores de nuestro 10 aniversario (sí, nacimos en un ya lejano abril de 2004), hemos dado un buen cambio, un vuelco podría decirse. Nos hemos lanzado a una aventura muy distinta, ¡y de cabeza!
¿Qué ha ocurrido? Pues no hay mucho misterio, lo lógico en estos casos: la necesidad de renovación, de buscar nuevas vías, horizontes distintos… Corregir errores y desarrollar muchas ideas que estaban en el tintero. Mejorar, en definitiva. Hemos creído que este era el momento idóneo para un cambio que sosegadamente se venía fraguando desde hace un par de años, lo que nos ha permitido pergeñar un espacio muy diferente.
¿Y cuál es la propuesta? Sencilla y complicada a un tiempo, según como se mire. Queremos poner altavoz a muchas voces que indudablemente tienen mucho que decir, y dar la posibilidad de hacerlo a través de unos formatos que “inciten” al acto creativo. En definitiva, se trata de huir del esquema mediático tradicional, de la convención periodística para entrar en otros lugares en los que domine la necesidad de observar de manera crítica, de convertir –en la medida de lo posible- el contenido en pieza artística, de analizar, jugar, cometer pecados…
Para ello hemos conseguido “enganchar” a un maravilloso equipo de colaboradores (que va creciendo día a día, dicho sea de paso), al que no nos cansaremos de agradecer cómo han acogido esta nueva etapa de Sul Ponticello.
Pero no descuidaremos el qué se hace a nuestro alrededor, es más, vamos a potenciarlo utilizando otras armas, mucho más poderosas. Para ello proponemos nuestra Agenda, un espacio que quiere tratar, de manera plenamente exhaustiva, todo tipo de eventos que se relacionen con la creación actual musical, sonora y multidisciplinar.
Y cómo no, estaremos, al minuto, en nuestra página de Facebook, a la que os sugerimos –si es que el proyecto os gusta- que brindéis un
Para terminar, podemos hacer nuestra la voz poética de Guillaume Apollinaire en este conocido poema:
Acérquense al borde, les dijo.
No podemos, tenemos miedo, contestaron.
Acérquense al borde, repitió.
No podemos, nos caeremos, se quejaron.
Acérquense al borde, insistió.
Y se acercaron. Él los empujó…
y levantaron vuelo.
Nosotros les deseamos un muy jugoso vuelo.