Pensar la obra musical como proceso humano me ha impulsado a vivir muy atenta e intensamente cualquier proceso que me haya sido dado experimentar o, simplemente, observar. [...]
De entre todos los debates seculares que alimentan aquellos que se dedican a pensar la música, el que siempre me resultó más llamativo fue el que disputaba la superioridad de la música pura frente a la impura o viceversa. [...]