Festival ME_MMIX: coherencia y compromiso

En nuestro habitual paseo por diferentes festivales en nuestro país -una indagación que pretender ir algo más allá de la mera información al lector sobre la materia con que está conformada el programa, para intentar profundizar en otros aspectos que puedan resultar de interés-, conversamos en esta ocasión con Mateu Malondra, compositor y director artístico del Festival ME_MMIX (Festival de música electrónica, música mixta y vídeo proyección), que este año 2014 cumple su segunda edición. El ciclo se celebra en diferentes espacios de la ciudad de Palma de Mallorca del 20 al 29 de junio.

Nuestra charla fue extensa pero creemos que jugosa, así que invitamos al lector a conocer uno de los eventos más jóvenes del panorama nacional, y que parece tener una visión bastante clara sobre cómo afrontar un festival en nuestro tiempo y en un entorno geográfico que, aun siendo muy específico, tiene vocación de proyectarse más allá.

Sergio Blardony: Llama mucho la atención la cantidad de interesantes iniciativas que están surgiendo en plena crisis. Esta es la segunda edición de ME_MMIX, eso quiere decir que la primera funcionó en todos los aspectos importantes: el artístico, la financiación, la acogida del público…

Mateu Malondra: Es cierto, llama la atención la gran cantidad de actividades interesantes que se están poniendo en funcionamiento en un momento que, aparentemente, debería ser más propenso a la supresión de dichas actividades. La situación enormemente adversa en que vivimos, ha hecho que gran parte de las grandes estructuras ya establecidas se hayan visto muy afectadas. Esto, por otro lado, ha propiciado que nuevas iniciativas donde todo está por construir, puedan emerger. Es triste pero el espacio para proponer actividades muy comprometidas con un cierto lenguaje será siempre limitado. En estos momentos, donde la mayor preocupación es como financiar los proyectos, una propuesta como el Festival ME_MMIX aporta un nivel artístico e interpretativo de primer orden y todo dentro de unos márgenes presupuestarios muy ajustados. Poner en funcionamiento un festival con tantas actividades como ME_MMIX no habría sido posible sin la implicación e impulso de la regiduría de cultura del ayuntamiento de Palma de Mallorca. La organización del Festival corre a cargo de la Fundació Palma Espai d’Art, que es una institución municipal. También hay que tener en cuenta la participación del Institut d’Estudis Bàlearics, Es Baluard, Fundació Pilar i Joan Miró, CCCPelaires, Oikologika y de los patrocinadores privados.

S.B.: Desde luego, la participación institucional es esencial en estos casos…

M.M.: Sí, y como director artístico y coordinador de espacios del festival me gustaría señalar también que la implicación de todos los que participan en la iniciativa, empezando por los técnicos municipales de los espacios, pasando por los proveedores, interpretes y compositores programados en el Festival, ha sido imprescindible para poner en funcionamiento esta segunda edición. El éxito de la propuesta recae en la voluntad de todos los implicados en que el Festival ME_MMIX se pudiera celebran en 2014.

S.B.: Poner la mirada en el público también es fundamental, ¿cómo habéis pensado esto?

M.M.: Estos años he trabajado para que el ME_MMIX funcionara como plataforma divulgativa de un número variado de propuestas. El objetivo es que el público más especializado pueda acercarse al festival con la voluntad de obtener una experiencia concreta y de gran calidad. Por otro lado, que el público menos introducido pueda llevarse una impresión amplia de la música compuesta desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Este formato nos proporcionó en la primera edición una afluencia de público más que digna.

S.B.: Palma es una ciudad turística (además de otras cosas, claro), especialmente conocida para los alemanes. ¿Se puede jugar con este aspecto a la hora de internacionalizar un festival de música de nuestro tiempo? ¿Es un público al que se puede involucrar de alguna forma?

M.M.: Creo que sí, de hecho pienso que es fundamental hacer llegar la propuesta a la comunidad extranjera residente en nuestras islas. El festival tiene que realizar todos los esfuerzos necesarios para acercarse a este colectivo. Poder acceder a este público es el primer paso para, en el futuro, poder implicar al sector turístico.

Por otro lado, hay que ser conscientes del programa que proponemos. Lo más importante es mantener una programación muy comprometida. Poner en marcha iniciativas y mecanismos que nos permitan, primero acceder al público natural del festival y después crear nuevo público.

S.B.: De nuevo el foco sobre el público…

M.M.: Promover e incentivar el acceso de nuevos colectivos es, sin duda, una necesidad pero para conseguir ese objetivo es fundamental proponer un repertorio comprometido con la creación contemporánea de calidad y saber trasladar ese compromiso al público. También para que el Festival pueda prolongarse en el tiempo es imprescindible presentar intérpretes que construyan su discurso desde el respeto hacia la música y que, desde ese respeto, incorporen una intensidad creativa única. A mi modo de ver, ésta tiene que ser la piedra angular de la propuesta, no los ratios de público.

S.B.: Por otro lado, las colaboraciones entre festivales suelen dar buenos frutos. ¿Habéis establecido algún tipo de colaboración con otros festivales de dentro y fuera de España?

M.M.: El Festival ME_MMIX se plantea, desde sus inicios, más como una plataforma que como un festival al uso. En esa línea se desarrollaron unos objetivos fundacionales que hemos cumplido desde la primera edición. En estos momentos estamos perfilando la puesta en marcha de una red de colaboradores asociados, formada por Music Festival Forum Wallis (ISCM-VS/Suiza), Musik21 (Düsseldorf), EECMS (Cairo Contemporary Music Days/Egipto), Festival SIRGA (Castell de Flix/Tarragona), Projecte Rafel (RafelBunyol/Valencia) y el Festival ME_MMIX. La propuesta pretende ser un punto de encuentro donde grupos instrumentales, solistas y compositores que participen en uno de los festivales asociados, puedan acceder a la plataforma y rotar la propuesta dentro de los festivales miembros. Hay que recalcar que cada festival mantiene una independencia total a la hora de programar. La iniciativa pretende que desde un espacio de total libertad, se puedan realizar colaboraciones interesantes para los otros miembros y generar proyectos conjuntos. En esta edición ya hemos puesto en marcha colaboraciones tanto con Forum Wallis como con Cairo Contemporary Music Days.

S.B.: ¿Y hay también colaboraciones en el entorno balear?

M.M.: Sí, en el ámbito local estamos colaborando con Mallorca Saxophone Festival, la Banda Municipal de Palma de Mallorca, el Conservatori Superior de les Illes Balears, el Conservatori Profesional de Música i Dansa de Mallorca y Mallorca Summer Academy (en el Curso de Composición Ciutat de Palma).

S.B.: En Mallorca son ya dos los festivales dedicados a la música de creación actual, ME_MMIX y el Encontre Internacional de Compositors que organiza Fundació ACA. ¿Cómo conviven ambos eventos?

M.M.: Efectivamente, hay dos festivales que se dedican íntegramente a la difusión de música contemporánea de tradición académica. Un pequeño inciso sobre el termino “tradición académica”. Es un término que uso simplemente para poder situar rápidamente el repertorio al que prestamos mayor atención. Intentamos evitar confundir al público, ya que el concepto “música electrónica”, puede relacionarse con propuestas muy alejadas de la nuestra.

En referencia a la coexistencia de dos festivales dedicados a la divulgación de música de nueva creación. Tan sólo decir que, la programación que nosotros proponemos esta vinculada al uso de nuevas tecnologías aplicadas al sonido y a la imagen, en su sentido más amplio. El festival se diferencia de otras propuestas en que, nuestro programa, se centra en el repertorio mixto (instrumentos acústicos y medios electrónicos) y en la interdisciplinariedad escénica vinculada a las nuevas tecnologías, especialmente las propuestas relacionadas con el entorno visual. Es cierto que también programamos obras sin medios electrónicos pero el grueso de las obras programadas en el Festival ME_MMIX están vinculadas al uso extensivo de los recursos electrónicos. También programamos conciertos íntegramente electroacústicos, instalación audiovisual, sesiones con una aproximación al entorno electrónico no convencional y sesiones con sintetizadores modulares.

El Festival ME_MMIX está articulado en un formato continuo, desarrollado durante 10 días correlativos. Esta segunda edición, se celebrará del 20 al 29 de Junio. Por fechas y temática creo ambos festivales son complementarios.

S.B.: Entrando en la “materia” del festival, en lo que lo identifica, ME_MMIX parece tener la voluntad de mostrar esa pluralidad actual que se da en el arte. ¿Qué tipo de producciones caben en el festival? ¿Dónde ponéis los límites?

M.M.: Como he comentado, el festival pretende ser una plataforma donde propuestas muy diversas tengan cabida pero tiene unas líneas de acción muy concretas: una fuerte vinculación con las nuevas tecnologías, concepción amplia del uso de los elementos electroacústicos, desarrollo de producciones interdisciplinarias, instalación sonora, instalación audiovisual y por encima de todo la divulgación del repertorio mixto, con o sin vídeo proyección. Otro punto que pretendemos desarrollar es la introducir de propuestas que explore la improvisación dentro de un lenguaje contemporáneo. Los límites son el compromiso que hemos adquirido con un público que demanda propuestas de interés y que esas propuestas se presenten de la mejor manera posible.

S.B.: Este planteamiento plural, abierto, que parece querer huir de los tópicos de lo que se podría denominar “música contemporánea” (de “tradición académica”, como has comentado antes), cada vez más, parece plantear ciertas preguntas. ¿Cómo véis el desgaste (defunción para algunos) del formato convencional de concierto?

M.M.: Pienso que efectivamente, un planteamiento plural y abierto plantea más preguntas dentro del ámbito artístico que uno que no lo sea. No creo que un planteamiento plural y abierto plantee ciertas preguntas en referencia a su validez. Tampoco creo que la voluntad del Festival ME_MMIX sea huir de lo que se podría denominar “música contemporánea”. Lo que en mi opinión sucede es que muchos de los festivales que programan música contemporánea se centran muchas veces en una visión muy concreta de esa música contemporánea. Si se plantean desde la exigencia, no hay nada que objetar, son planteamientos perfectamente validos. Nosotros simplemente optamos por una opción más abierta y dinámica.

También quiero añadir que siempre me han interesado más las obras, el programa y el compromiso de los intérpretes, que las estructuras y formatos de los festivales.

S.B.: Pero no se puede negar que en diferentes ámbitos se insiste en el agotamiento del formato tradicional de concierto, aunque es cierto que en ocasiones algunos lo utilizan únicamente para disparar de forma indiscriminada contra la creación actual (a veces sin siquiera atender a qué se programa)…

M.M.: Puede ser cierto que el formato más convencional de concierto clásico haya sufrido un cierto desgaste. Por otro lado no creo que ese formato esté obsoleto. Es cierto que los festivales más reconocidos están programando conciertos multidisciplinarios, pero las propuestas las realizan los compositores e interpretes por necesidades artísticas. Nuevos aires, gente realizando propuestas inesperadas, ese es el cambio que hay que buscar. El formato de concierto por sí solo, no interesa. No importa el envoltorio, interesa más el contenido. Es absolutamente banal cambiar el formato por hacer algo nuevo y creo que eso no lleva a nada.

También me gustaría matizar que en estos momentos la gran mayoría de festivales que han desaparecido no lo han hecho por falta de propuestas, lo han hecho por la falta de medios y eso siempre es una tristeza. En este sentido el Festival ME_MMIX ha tenido la fortuna de que al apoyo institucional y privado necesarios se le ha sumado el esfuerzo e implicación de los músicos participantes.

S.B.: El programa del festival está disponible en vuestra web, así que no te pediremos que nos lo resumas aquí, pero sí que nos comentes por encima algo sobre cómo se ha planteado la programación de esta segunda edición.

M.M.: La programación se plantea desde la necesidad divulgadora que anhelaba el repertorio electroacústico y mixto en nuestra comunidad autónoma. Por eso se plantean dos líneas de programación abiertas pero muy claras. La primera sería una aproximación historiográfica al repertorio clásico contemporáneo con autores ya consagrados y muy especialmente, en esta edición, centrándonos en la figura de Karlheinz Stockhausen.

Y una segunda línea de programación que se centra en las generaciones emergentes e intermedias. Esta es, sin duda, una de las características más relevantes del festival, se proponen programas entremezclados de clásicos contemporáneos y jóvenes compositores.

Estas son las líneas maestras del Festival ME_MMIX.

Después se ha abordado cada concierto obra por obra, se ha hecho una propuesta y finalmente el programa se ha consensuado con el intérprete que va a realizar el concierto.

S.B.: El espacio para un festival resulta siempre un asunto de gran importancia. ME_MMIX   se desarrolla en nada menos que seis sedes diferentes, varias de ellas muy relacionadas con las artes visuales. ¿Cómo crees que influye el hecho de situarse en un espacio cultural de este tipo?

M.M.: En realidad, son siete los emplazamientos: Casal Solleric (sede del festival), Es Baluard, Fundació Pilar i Joan Miró, Teatre Xesc Forteza, CCCPelaires, Oikologica, y recientemente se ha incorporado Ses Voltes centro de creación artística ubicado en la muralla histórica de la ciudad, a los pies de la catedral. Un entorno excepcional.

Los emplazamientos son espacios que arquitectónicamente tienen una belleza propia. También se caracterizan por ser espacios amables, que invitan a que la gente se acerque a ellos. Es una suerte y un autentico privilegio para el festival. Es evidente que el posible impacto que vaya a tener el festival sería mucho menor si no se hubiera articulado como una iniciativa de la Ciudad y para los ciudadanos de Palma.

En el aspecto acústico y en comparación con una buena sala de conciertos, el entorno expositivo presenta unos retos importantes. Por eso, cada concierto se ha ubicado en el espacio que acústicamente mejor acompañara a la instrumentación y al repertorio específico de cada propuesta.

S.B.: Para terminar, y conectando de algún modo con el inicio de esta charla, nos gustaría saber tu opinión sobre lo que nos parece una paradoja de nuestro tiempo: al mismo tiempo que gran parte de las instituciones muestran de forma descarada su desinterés por la cultura, vivimos en nuestro entorno un momento dorado en la creación musical y sonora, en la interpretación, y también en la generación de eventos que, como el ME_MMIX, quieren ser altavoz de todo este entusiasta despliegue artístico (en ocasiones desde la indigencia financiera). ¿Cómo veis este hecho? ¿Hay salida para una situación que, al menos para algunos, resulta insostenible profesionalmente a medio o largo plazo?

M.M.: Empiezo respondiendo la segunda pregunta. Desde mi perspectiva personal, creo que hay varios puntos ya muy trillados, por evidentes, que deberían modificarse. El IVA cultural es una barrera, incluso para la propia administración pública. No voy a redundar en el tema. Pero también creo que es importante poner en funcionamiento una ley de mecenazgo que tenga en cuenta las necesidades reales del sector cultural en general. Si el modelo al que parece nos vemos abocados, tiene que ser un sistema con escasa participación pública se tienen que poner en funcionamiento otros mecanismos que favorezcan la entrada de liquidez. Se tiene que entender que la cultura no es un lujo. Si queremos que asista gente a  los conciertos, es obvio que las entradas no pueden tener el valor real de mercado. No es un problema de oferta y demanda. Producir conciertos de calidad siempre tendrá unos costes mínimos, que por las razones coyunturales, el público igual no va a poder cubrir.

Hay que incentivar a esos sectores que puedan tener interés en patrocinar actividades culturales. Que se entienda la donación, no como una obra de caridad, si no como una necesidad y como una inversión.

En referencia a la buena salud creativa e interpretativa que vive el sector en nuestro país, pienso que hay un talento inmenso con compositores muy jóvenes haciendo cosas realmente interesantes. Compositores que están desarrollando su trayectoria artística dentro y fuera de nuestras fronteras. Eso nos tendría que dar una cierta seguridad y ser conscientes de que las cosas, en algunos sitios, se han planteado de manera eficiente. Intentemos no estropearlo.

 

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