Con Stefan Schmidt
En la música del artista sonoro y guitarrista alemán, Stefan Schmidt, encontramos la convergencia sonidos industriales, sonoridades extramuros de occidente, y la influencia de las vanguardias presentes y del pasado siglo; todo ello unificado en la creación electroacústica más profunda y sincera.
Stefan Schmidt lleva desde el año 2000 con el proyecto en solitario Farang, creando tanto música pura, como trabajos sonoros para películas, exposiciones y espectáculos de danza. Todo su corpus creativo más reciente está publicado en su página web www.musicforoverexposedcelluloid.com.
En el presente artículo, nos centraremos en los últimos álbumes de de este artista alemán, nacido en 1974 y residente en Baden-Baden, y para ello, agradecidos, contamos con su palabra y con dos archivos de audio y un vídeo que -como corresponde a la sección El resonador, donde nos encontramos- publicamos para su escucha en streaming.
Juan J. Raposo: Hola, Stefan, para comenzar esta entrevista, me gustaría que nos hablaras de tu viaje creativo, desde el nacimiento de la idea a la gestación de la obra. ¿Cuál es tu camino?
Stefan Schmidt: Hola, Juan José. Cada vez es distinto, pero en la mayoría de los casos, una nueva obra nace de la experimentación. Frecuentemente empiezo con un sonido o grupo de sonidos que me atraen. No parto de conceptos preexistentes sobre estructura o forma, eso se desarrolla durante el proceso de creación, junto con la idea de la atmósfera que quiero evocar.
Una característica común en la mayoría de mis trabajos es el tempo muy lento, (raramente más rápido de negra igual a 40) y el uso de medidas desiguales. En mis últimas creaciones estoy experimentando mucho con la improvisación libre.
J.J.R: En tus obras, Stefan, encuentro influencias de la música Drone, el paisaje sonoro, las grandes texturas, y todo ello dentro de un trabajo electroacústico en constante búsqueda, donde las sonoridades intensas, recónditas y penetrantes imperan. ¿Coincides conmigo?
S.S.: Sí, totalmente. Por un lado me fascina el fenómeno del Drone; sonidos que duran mucho tiempo, aunque no estáticos, en los cuales el oyente puede zambullirse. Durante mis estudios universitarios encontré una cita de La Monte Young, la cual fue muy importante para mí: “Para entender un sonido hay que escucharlo por un tiempo muy largo”. Por otro lado, me atraen el sustain y crear la impresión de grandes espacios, porque es algo que no tengo con mi instrumento principal, la guitarra clásica.
Siempre me ha gustado la música orquestal, pero es muy difícil trabajar con una orquesta real y no me gustan mucho las librerías de samples existentes. Por ello, invierto mucho tiempo en el diseño de los sonidos, para que éstos no posean un carácter demasiado digital o artificial. El uso del efecto reverb (reverberación) es muy importante en este sentido, pues no trabajo con tal herramienta como un efecto en sí mismo, sino en un sentido instrumental. Para cerrar, debo decir que la guitarra gana cada vez más importancia en mi música electroacústica.
J.J.R.: El año 2013 fue muy fructífero. De él nacieron discos tan interesantes como: fehlhalde, Iscemi a, kerben, they left, kuroi mori, Paisaje lejano, Maranasati y Slow motion improvisations. Por hacer una primera parada, me gustaría centrarme inicialmente en kuroi mori. La música de este disco fue realizada para la instalación Outer dark: continuing after fashion, realizada el 13 de junio del pasado año. Esta instalación se llevó a cabo en el Museum für Angewandte Kunst de Frankfurt. La pieza toma como materia prima sonidos de piedras, tierra, agua, maderas, etc., todos sonidos provenientes de la Selva Negra. De estos materiales grabados por ti, nace una música de gran profundidad y fuerza expresiva. Sonidos continuos y oscuros se transforman lentamente, creándose capas de sonidos que convergen en la gran intensidad dramática de su conjunción. Háblanos de este disco.
S.S.: El proyecto de Kuroi Mori fue un encargo de los diseñadores de Garland Coo, con los cuales comparto la fascinación por la Selva Negra de los alrededores de Baden-Baden, donde la belleza posee también un lado oscuro. Como el trabajo de ellos partía de ese concepto nació la idea de utilizar solamente grabaciones de la Selva y desde ahí poder interpretar esa oscuridad. El título Kuroi Mori es la expresión japonesa para la Selva Negra, aunque también deseo evocar ese fenómeno de mirar algo conocido desde un punto de vista ajeno.
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Kuroi mori. Pt.1
J.J.R.: Stefan, estudiaste guitarra clásica en el Musikhochschule de Trossingen y en el Conservatorio Juan José Castro de Buenos Aires (Argentina). Ahora, eres profesor de guitarra clásica en Baden-Baden y en Karlsruhe (Alemania). Por ello, quisiera que habláramos sobre tu álbum Slow motion improvisations, para guitarra eléctrica, guitarra midi y ordenador portátil. Este álbum está compuesto por ocho improvisaciones. En él se puede encontrar el oyente sonidos puros, casi sin procesamiento posterior. Con la pieza inicial, aparecen sonidos largos y amplios en perpetuo diálogo. En la siguiente improvisación, una masa oscura, profunda y silenciosa cautiva al oyente. En la tercera pieza, bellas resonancias agudas emergen de sonidos graves, etc. Pero todo lo acontecido en las ocho improvisaciones, evoluciona muy lentamente. ¿Puedes hablarnos de este disco y de tu papel como guitarrista en él?
S.S.: Slow motion improvisations documenta, en realidad, mis esfuerzos para desarrollar un modelo de trabajo en vivo. El enfoque fue elaborar un sonido (o capa de sonidos), desde el cual partan las libres improvisaciones. Todos los temas fueron grabados en una sola toma, sin ningún tratamiento adicional. Hasta entonces, mi música sólo había sucedido en el estudio, donde el trabajo de postproducción era muy relevante, y no había sido posible en directo. Aquí os dejo una muestra de cómo el concepto funciona en el escenario.
embedded by Embedded Video
J.J.R.: Esta visión creativa en directo, sin duda contrasta con tu álbum Ashqem – sketches for processed classical guitar, realizado en 2012, donde los sonidos de la guitarra clásica son transformados electrónicamente. Háblanos un poco de este trabajo.
S.S.: Ashqem fue el primero disco donde puse a la guitarra en primer plano, pero a diferencia de Slow motion improvisations, había una gran cantidad de procesamiento en postproducción. Algunas partes fueron grabadas en vivo, pero principalmente había tomado muestras de sonidos, creando loops, para luego filtrarlos y sintetizarlos. Mi intención era descubrir qué sonidos se ocultan bajo la superficie del sonido normal de una guitarra clásica, colocando así estos sonidos bajo el microscopio. Ashqem también fue un punto de inflexión y un álbum importante en el desarrollo de mi sonido hacia formas y texturas de mayor tamaño y fluidez, con tiempos muy lentos. Mis anteriores trabajos estaban más centrados en los ritmos y la distorsión del sonido, además de estar más influenciados por la música industrial electrónica.
J.J.R.: En lo que llevamos de año, ya llevas realizado dos álbumes donde la guitarra es la protagonista, Äther y Apehleg (improvisations for ukelele).
S.S.: Äther puede ser considerado una continuación de Slow motion improvisations. Técnicamente hablando, la principal diferencia es que he grabado el material en diferentes pistas. Pero traté de mantener la textura de las piezas aún más al mínimo y de manera coherente para evocar un consistente estado durante todo el álbum.
Apehleg es mi primer disco completamente acústico. No hay efectos, salvo la utilización de la reverb en la masterización. Llevo poco tiempo tocando el ukelele, y pienso que es un instrumento muy subestimado, ya que la mayoría de las personas considera que es un reemplazo barato de la guitarra para rasguear acordes. Estoy intrigado por su sonido vagamente semejante al producido por una guitarra barroca, y también por las nuevas posibilidades que se presentan a través de las limitaciones del instrumento. Como he mencionado anteriormente, la guitarra, o mejor dicho, los instrumentos de cuerda pinzada, están teniendo cada vez más importancia en mi creación, y espero poder grabar mis composiciones para guitarra clásica este año.
J.J.R.: Para cerrar esta entrevista, Stefan, me gustaría que nos hablaras del álbum Klammer fall, un disco que me fascina. En él, sonidos nacientes de vasos de cristal y el gong son transformados por medios electroacústicos, naciendo del proceso una textura de gran belleza y solemnidad, donde todo evoluciona y camina muy lentamente. Háblanos de la génesis de este disco.
S.S.: Gracias, Juan José. Es un típico ejemplo de cómo el material modela la forma y el contenido de mi música. Todo comenzó encontrando en el ático de la casa de mis padres, unos viejos vasos y un gong que compré hacía años. La idea básica era restringirme a estos sonidos y al mundo sonoro naciente de la modificación electroacústica de éstos. Al igual que muchos de mis álbumes, es una especie de diario para mí, pero es importante decir que el estado de ánimo de un álbum no necesariamente refleja mi propio estado de ánimo durante el proceso de creación.
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Klammer fall
J.J.R.: Gracias, Stefan por la entrevista, y permitirnos entrar en tu mundo sonoro.
S.S.: Ha sido un placer, gracias por invitarme.
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