El compositor silenciado

Que la figura del compositor (o compositora, se entiende) pinte cada vez menos es algo a lo que uno, que pertenece al gremio, se ha hecho a la idea hace tiempo. Desde la extinción de la crítica musical, somos socialmente invisibles. Tampoco en las publicaciones que van a remolque de las discográficas se percibe necesidad alguna de disimular cómo se han convertido en “industrias culturales” en su acepción menos cultural. Los conciertos se anuncian dando poca o nula presencia a las obras, y muy discreta a los autores; el interés de lo que se quiere vender está en otro lugar. Da la impresión de que el compositor estorba, y si está vivo no digamos.

Uno, que está visto que es ingenuo, pensaba que con todo algunos territorios se reservarían siempre para el protagonismo del compositor. Los festivales especializados, por ejemplo -no volveré hoy sobre esa herida- o las entrevistas en conciertos radiados en vivo. El que suscribe, que entre otras cosas ha hecho algunas transmisiones de conciertos, piensa que cuando se estrena una composición resulta poco menos que inexcusable entrevistar al autor durante el intermedio… Dedicarle todo el tiempo o una parte del tiempo disponible es asunto que quien está a cargo de la locución debe considerar. Poner un disco para rellenar no es una opción.

Ya son varias las ocasiones en que últimamente he escuchado transmisiones de conciertos en Radio Clásica de RNE en las que habiendo un estreno no se ha entrevistado al autor de la obra que acaba de sonar, por más que se encuentre en la sala. No daré detalles, datos concretos, ya que sin conocer las circunstancias se me podría escapar algún aspecto que justifique lo que se hizo; conviene ser prudente. Pero no puedo hacer otra cosa que mostrar mi extrañeza al comprobar que no se da relieve a quien ha escrito una obra, a veces un encargo estatal, o incluso de la orquesta titular de la radio en cuestión. Luego oiremos los tópicos de rigor de quienes dicen que darían una fortuna por haber podido conversar con determinados artistas del pasado. Fantasear con esos diálogos imposibles cuando se desprecia los que tenemos a mano es puro postureo… ¿O no?

Se me dirá que hay compositores que no dicen nada interesante. ¡Vaya, será que no escuchamos más que sabias palabras a políticos, modelos o deportistas que se prodigan por las ondas! Por el contrario, creo que la mayoría dicen cosas que distan de ser tonterías, y no sólo pueden opinar sobre su trabajo. ¿No será que interesa poco que suenen voces críticas, voces diferentes de las “autorizadas” de opinadores omnipresentes en los medios? Pero es que no estoy hablando de los medios sino de un medio en concreto, Radio Nacional, el único que dedica una emisora y su tiempo a la música culta (o como la queramos llamar).

Por supuesto, no es ajeno a lo que estoy señalando la desaparición de compositores de la plantilla de esa radio. Hace poco tiempo había muchos y prestigiosos autores en su plantilla, también entre los colaboradores más o menos habituales. Un desafortunado ERE y una renovación apresurada de personal han llevado al desnortamiento de la emisora. Por supuesto hay excelentes profesionales, antiguos y nuevos en la casa, por lo que es de esperar que todo se pueda arreglar con algo de presupuesto y voluntad. ¿Lo verán nuestros ojos? Confiemos en que así sea.

 

Licencia Creative Commons
El compositor silenciado por Jacobo Durán-Loriga, a excepción del contenido de terceros y de que se indique lo contrario, se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International Licencia.