No Keys Electronics, de Víctor Trescolí

Acercarse a la música de Víctor Trescolí es acercarse a la experimentación electrónica, a la reflexión en torno a la naturaleza de nuestro contexto y, sobretodo, a un instrumento del que es todo un experto: el toy piano o piano de juguete. El trabajo de Trescolí, tanto teórico como práctico, está orientado principalmente al conocimiento exhaustivo y uso del toy piano, estudiando hasta qué punto sus sonidos pueden ponerse al servicio de la expansión de los límites de lo habitual en lo musical. Ejemplo de ello es la obra a la que dedicaremos las próximas líneas, No Keys Electronics[1], compuesta por tres piezas en las que el mencionado instrumento y electrónica se funden en un ejercicio de (re)pensar tanto el modo en el que se puede construir y exponer una propuesta musical como los pensamientos que pueden extraerse de la experiencia de la escucha. Para ello, el compositor ha encontrado en el sello discográfico Crystal Mine[2] el mejor de los aliados, pues se trata de un sello independiente que busca promover artistas cuyas propuestas se enmarquen en lo innovador y arriesgado a través de una filosofía “anticopyright”, todo ello a través de un curioso soporte como son los cada día menos usuales (pero no por ello olvidados) cassettes. Merece mención también Dani Vallés, encargado de la masterización y, sin duda alguna, importante pilar en el proceso de dar forma al trabajo creativo.  Así se ha gestado No Keys Electronics, en un ámbito en el que se premia la apuesta por lo distinto y que es cariñoso con lo arriesgado, de modo que los planetas parecen haberse alineado para poder esperar un resultado cautivador. Pasemos a comentar brevemente, pues, cómo el autor ha trabajado las distintas piezas que nos ocupan, teniendo especialmente en cuenta el carácter tan dispar que poseen cada una de ellas.

En esta ocasión, la obra que presenta Trescolí, analizada en su conjunto, destaca por su cuidadoso tratamiento del sonido. No sólo se trata de una grabación limpia o un gran trabajo (plástico) del sonido, sino que presenta una más que correcta correlación y adecuación entre las distintas capas sonoras o secciones instrumentales/sonoras, de manera que todas ellas quedan perfectamente integradas, como si se tratase de un único bloque puramente orgánico en el que el toy piano se postula como hilo conductor y, a priori, elemento protagónico. Esto es observable desde la primera pieza, Petits Drames, en la que el compositor plantea a través de siete fragmentos distintos una serie de ideas o reminiscencias de lo emocional, todas ellos en honor a representar las “pequeñas situaciones cotidianas que se vuelven pequeños dramas”[3]. Destaca aquí el carácter expresivo de cada uno de estos fragmentos, así como del silencio que los separa, en un recorrido puramente sensitivo, que cristaliza en su parte final con un último fragmento que toma elementos de toda la pieza para su propia construcción, pero logrando alcanzar una personalidad propia; un cierre en forma de ensamblaje que narra, recuerda y despide nuestro breve paseo a través de estos dramas cotidianos.

En el caso de MUF, segunda pieza de No Keys Electronics, la reflexión se centra nuevamente en torno al contexto de las cosas, a ese pensamiento focalizado en la naturaleza de aquello que nos rodea. Con respecto a Petits Drames, ahora observamos un mayor abanico de sonidos, como el toy piano (siempre presente con su fuerte y significativo carácter), el uso de pequeños fragmentos electrónicos que amplían y reducen por momentos el espacio en el que se desarrolla la pieza, la presencia de sonidos que denotan cierta tendencia a la síntesis granular (un tratamiento plástico del sonido que, en este caso, nos acerca a la sensación auditiva de aquello que sería rugoso al tacto), y, ante todo, la exposición de distintos tonos que se alargan como una declaración de intenciones de aquello que el compositor busca representar, como son tiempo y frecuencia. En relación a esto último, cabe destacar las curiosas ideas que el autor busca plasmar en su obra en general y en esta pieza en particular, en este caso centradas en la comunicación entre dos puntos a partir del uso de la máxima frecuencia utilizable (Maximum Usable Frecuency, MUF) gracias a la propagación por reflexión ionosférica[4], demostrando así que no sólo resulta interesante la propuesta sonora sino que también debemos valorar la propuesta intelectual, el ambicioso programa tras las notas del toy piano. Es importante señalar también que esta pieza también está concebida para estar acompañada de visuales, realizados por Damiá Jordá, en su puesta en escena en directo, lo que también nos permite entender el carácter de este trabajo. Por todo ello podríamos decir que, en general, la puesta en música de estas ideas y conceptos se da de forma sencilla, como cabe esperar, más como una metáfora conceptual o sonora que como una representación hiperrealista per se, de modo que se postula como exitosa esta forma de trasladar los pensamientos al plano de lo sonoro.

La tercera y última pieza, No Keys Electronics with Machines, es, a todos los efectos, la más introspectiva y libre de este trabajo. Con una duración claramente superior a las otras, su desarrollo es mucho más lento y estático. Nos encontramos aquí ante sonidos ampliamente alargados y un interesante juego de dinámicas, a través de los cuales se gesta la meditación sobre el paso de un tiempo que parece pausarse, una travesía sonora que nos ilustra, en palabras del propio autor, “la ausencia de lo real, la dilatación que da paso al espectro sonoro”[5]. Para aquellos que todavía no estén familiarizados con este tipo de obras experimentales, No Keys Electronics with Machines puede llegar a ser la pieza más difícil de digerir, en tanto que la reflexión y la expresión poseen un perfil más bajo o subyacente (siendo, quizás, la propuesta más independiente, el personal contrapunto que el compositor propone frente a las dos primeras piezas), pero no por ello deja de ser seductora; más bien todo lo contrario, pues está claro que, en lo que a sugerir se refiere, es la más arriesgada de las tres, si bien a nivel sonoro no lo es más que las demás. Equilibrada, pulida y atractiva.

En definitiva, No Keys Electronics es un trabajo que invita a la escucha crítica y al pensamiento activo, a filosofar sobre lo habitual a través del sonido, pero sin priorizar el contenido al continente y procediendo a un excelente cuidado del apartado sonoro, que se postula como algo sencillo pero preciso en lo que a síntesis se refiere. La reflexión en torno al contexto, lo natural y lo que nos rodea deja entrever no sólo la pulsión por transmitir, sino también un artista que se sacia a través de la experimentación y la experiencia, siendo esto último especialmente notable en la perspectiva que el propio autor establece en su uso del toy piano y la electrónica. Si bien de primeras No Keys Electronics puede llegar a ser una obra compleja y, quizás, estática para aquel que no conozca la historia que subyace a cada pequeña pieza o para el que no esté familiarizado con este tipo de propuestas, ésta se establece como un trabajo relativamente accesible y apto para introducirse tanto a esta forma de comprender y estética del sonido como al resto de propuestas de Víctor Trescolí, así como una producción destacable para aquellos con más bagaje en este plano del arte y un “must hear” para amantes y curiosos del toy piano.

Aquí puede escucharse la pieza MUF, una de las tres incluidas en No Keys Electronics.

Clip de audio: Es necesario tener Adobe Flash Player (versión 9 o superior) para reproducir este clip de audio. Descargue la versión más reciente aquí. También necesita tener activado Javascript en su navegador.

 

Notas

[1] a obra puede consultarse en el siguiente link a Bandcamp: https://crystalmine.bandcamp.com/album/no-keys-electronics

[2] Toda la información del sello Crystal Mine puede consultarse en el siguiente link: https://burgando.com/2018/09/20/crystal-mine-experimentacion-actual-burgos/

[3] Tal y como lo expresa el compositor, Víctor Trescolí, en una cita que se puede consultar en el siguiente enlace: https://victortrescolisanz.com/petits-drames-toy-piano-fixed-media/

[4] Tal y como lo expresa el compositor, Víctor Trescolí, en una cita que se puede consultar en el siguiente enlace: https://victortrescolisanz.com/muf-toy-piano-fixed-media/

[5] Tal y como lo expresa el compositor, Víctor Trescolí, en una cita que se puede consultar en el siguiente enlace: https://crystalmine.bandcamp.com/track/no-keys-electronics-with-machines


Licencia Creative Commons
No Keys Electronics, de Víctor Trescolí por Alejandro Rodríguez Antolín, a excepción del contenido de terceros y de que se indique lo contrario, se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International Licencia.