Jun y Gor / Javier Carmona & A.L. Guillén

Dedicado casi en exclusiva a registros nacidos al amparo de la improvisación libre, el sello discográfico radicado en Madrid ALINA RECORDS –gestionado por el músico Víctor Sequí- presentaba el pasado mes de marzo la primera muestra de un nuevo proyecto formado a la par por dos nombres insignes del género en nuestro país, este Jun y Gor con Javier Carmona a la percusión y A.L. Guillén a la guitarra, que consigue momentos de verdadera energía bruitista que bien podría acabar reconciliando con este a los detractores del género en base a lo logrado de su propuesta. Disponible para su descarga gratuita a través de la página web del propio sello discográfico (existe una edición física en tirada limitada disponible en los conciertos del dúo), Jun y Gor estarán presentando el trabajo en Madrid el próximo 17 de abril en el ciclo Raras Músicas (antes, 14 de abril en Clasijazz Almería, 15 en El Limbo Córdoba y 16 en Plutón Valencia), como parte de la brillante actividad que ALINA RECORDS está ofreciendo a sus artistas (habría que sumar la creación de un nuevo espacio radiofónico a la ya incesante labor de difusión a través de discos y conciertos), actividad esta que responde, en palabras de su propio responsable –el arriba citado Sequí-, a una voluntad de crear “un proyecto de difusión de las músicas improvisadas que tiene la tendencia de mostrar un trabajo más íntimo y de relación personal entre los músicos improvisadores”.

Sobre estos Jun y Gor anclados en la crudeza del sonido en directo con murmullo de público, gritos y gemidos (no siempre del respetable) pero con una producción bien trabajada para sus fines (sin que aquí el sonido saturado, mal inevitable en este tipo de grabaciones, llegue a ser un problema grave una vez asumido), habría que comenzar resaltando la excelente consciencia motívica de la guitarra, cuya técnica en la exposición de motivos de rítmica muy definida y su posterior extracción continua de células con la que construir su discurso tiene una raíz funk-rock más que marcada (insistiendo siempre en la concepción rítmica del asunto, dado que su lenguaje aquí es el ruido a través del procesamiento extremo del sonido de un instrumento que por momentos se encuentra igualmente “alternativamente afinado” y/o “conscientemente desafinado” con el objeto de evitar cualquier “accidente tonal”), ambos instrumentistas construyen un discurso que por momentos hace dudar de su carácter improvisado. Es en las grandes masas sonoras a dúo, enormes crescendos o simplemente masas descomunales de sonido mantenidas sin proceso alguno, en donde ambos ejecutantes se compenetran hasta límites francamente llamativos aunque es precisamente en el eje del disco, este ya comentado trabajo motívico tan definido, donde el carácter indeterminado de la grabación no solo hace su aparición más cruda sino que también pone de manifiesto los mayores aspectos negativos (negatividad relativa, por supuesto) del trabajo: el no aprovechamiento del diálogo a un nivel temático por parte de la percusión (pudiendo hablar de un “y viceversa” sino fuera porque la definición celular se encuentra en la guitarra en casi todo momento). Falta de diálogo entre dos ejecutantes: una guitarra tratando de exponer su discurso a un percusionista que se encuentra tan feliz hablando solo y que por momentos se van encontrando en los momentos de mayor tensión / éxtasis. Si uno lo piensa bien, esta también es una realidad plasmable y Jun y Gor han decidido funcionar más como una pareja de temperamento pasional que como un matrimonio de largo recorrido y, aceptando que tal vez el diálogo no siempre ha de ser el camino, uno alcanza a comprender la riqueza de ambos planos sonoros, dado que el lenguaje y la técnica de Carmona es francamente brillante y dicho “problema” lo será tan sólo para alguien que busque en exclusiva en este disco un lenguaje que aún recuerde a la construcción celular tradicional en Occidente. Tal vez el matrimonio sea a estas alturas una opción excesivamente decimonónica para una corriente estética fruto de otra sociedad por lo que tal vez nos convenga entregarnos a pistas como las que abren y cierran el trabajo (Salute Our Gorgota o la soberbia Infraumbilical así como el intermedio Long Hot Summer Night) que avanzan por estos derroteros haciendo uso de recursos similares pero sabiendo que un corte como More Sea Over The Black Sea deja testimonio de un pensamiento de corte más contemplativo y espiritual; amplios pasajes de reminiscencias orientales, con un oído puesto en Pakistán y otro en la Andalucía más profunda (¿Es casi lo mismo? Es casi lo mismo, en buena medida) que enlazan más con otros trabajos personales de Guillén a solo, a través de los que sintetizan la esencia de su discurso final: Dios, si existe, se manifiesta (o no) tanto a través del éxtasis como a través de la contemplación y, en caso de que decidiera no manifestarse, siempre nos quedará Zappa. Como enseñanza, es cuando menos interesante, por lo que desde una óptica del siglo XXI Jun y Gor no dejan de ser un retrato del arkhè sónico en estado puro. En el medio, serán Junbano y Pecholata las que hagan mayor gala del espíritu rockero subyacente y a través de las cuales salgan a saludar Mothers of Inventions, Electric Ladylands y sujetos similares: momentos que refrescan la escucha y que ayudan a conformar un trabajo que funciona perfectamente en toda su extensión a pesar de lo austero de su lenguaje en determinados momentos en las manos y las mentes virtuosas de Carmona y Guillén.

Jun y Gor
Javier Carmona, percusión
A.L. Guillén, guitarra
ALINA RECORDS / AL-023

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