IV Festival SoXXI: desmitificar los focos culturales

En esta nueva etapa del Sul Ponticello no dejaremos atrás un aspecto que nos ha caracterizado como publicación: la preocupación por las iniciativas alejadas de las grandes infraestructuras culturales y de los presupuestos abultados (aunque, en estos tiempos, cada vez menos opulentos).

En este caso traemos una entrevista con Joan Soriano, responsable del Festival SoXXI, que nos habla de este interesante ciclo  que cumple ya su cuarta edición -del 1 de febrero al 24 de mayo-, y que viene proponiendo una línea de programación coherente y de calidad.

 

¿Cómo surge la idea, hace ya unas cuantas ediciones, de desarrollar un festival de música de nuestro tiempo en Canals, una pequeña localidad del interior de la Comunidad Valenciana?

Son muchas las coincidencias coyunturales y tal vez vitales, que al grupo de músicos que realizó el primer festival nos condujeron, de alguna manera, a aglutinar nuestras inquietudes y nuestras voluntades en un proyecto que nacía, tal vez sin vocación de continuidad, pero que hecho desde la pasión y una vez superado el primer peldaño y viendo que esto ha sido  posible porque podía hacerse, por qué no continuar… dos peldaños, tres…

…y cuatro, que son las ediciones que cumple el festival. Lo cierto es que siempre nos sorprende y congratula ver cómo en localidades pequeñas se logra organizar actividades que podrían pensarse como reservadas para ciudades con un público ya asentado en estos menesteres. Por cierto, ¿qué público tiene el Festival SoXXI?

En un mundo globalizado es difícil encontrar públicos diferenciados geográficamente. Hay que desmitificar y descentralizar los focos culturales, a veces, reducidos a un público y espacios elitistas y minoristas. El acercamiento de la cultura actual debe ser lo más universal posible, ya que sin duda, en un mundo global este acercamiento es fácil técnicamente pero difícil socialmente y de ello, sin duda, depende  en gran medida la supervivencia de muchas de las expresiones culturales actuales y en especial, la música. El público de SoXXI  primeramente y lógicamente es la población de Canals y su comarca. Aunque programando eventos de calidad siempre encontramos público que no tiene problema en desplazarse desde lugares donde esta programación no existe o ha dejado de existir.

Hablemos de dinero: si los grandes festivales sufren recortes que en ocasiones los hacen inviables o los reducen a lo testimonial, ¿qué se puede decir de los pequeños? ¿Estamos en estos casos ante una verdadera “resistencia cultural”?

Es evidente, por las circunstancias actuales y en comparación con los grandes festivales, muchos de los cuales desgraciadamente han desaparecido, que este festival SoXXI nunca ha tenido presupuesto para poder hacer frente al presupuesto real de lo que hubiera costado cada una de las cuatro ediciones. En las grandes ciudades y capitales la deshumanización y el aislamiento social, de alguna manera, trasversalmente afecta al funcionamiento y organización de eventos y de su producción. En una pequeña población  no es fácil pero es posible encontrar gente afín que puede solucionar problemas rápidamente, altruistamente, por el bien mutuo, conjunto, social, entendiendo este último como algo más cercano tangible, propio y necesario, que configuran la cultura e idiosincrasia de un pueblo. Por otra parte, la voluntad de todos y cada uno de los participantes y organizadores de SoXXI es inquebrantable y por supuesto un ejemplo de cómo en los momentos más difíciles las personas sacan lo mejor de sí mismas. No se trata tanto de una resistencia cultural como de una apuesta valiente por aquellos valores universales y primarios que de olvidarse solo conducen al desastre.

Actualmente la gente sensibilizada y con posibilidades colabora con distintas organizaciones no gubernamentales que mantienen el tejido sociocultural impidiendo  la aculturación, pérdida de identidad y valores de una sociedad. El equipo que dirige, produce y colabora con SoXXI es una muestra más de esa convergencia de voluntades en un proyecto que, sin duda, las instituciones actuales parecen ver ya no como secundario sino como mero entretenimiento o distracción.

Entrando ya en la edición 2014 del festival, cuéntanos qué proponéis para esta cuarta temporada, en los cuatro conciertos que componen la edición.

El inaugural -el 1 de febrero- correrá a cargo del ensemble Valencia Percussion Academy dirigido por Victor Segura y Joan Soriano, juntamente con el Ensemble Vocal dirigido por Francisco Tortosa y la colaboración especial de la pianista Davinia López Sanchis y el flautista Beñat Arrieta Aizpuru. El programa dará una clara muestra de la gran música de cámara internacional con percusión escrita entre las décadas de los 60 y los 80 del siglo pasado. Music for Mallet instruments voices and organ de Steve Reich abrirá el concierto con la proyección del videocreador Anthony Cerniello. La primera parte del concierto la cerrará la música de Maki Ishii. VPA ensemble interpretrá Concertante para marimba solista y seis percusionistas, con el percusionista Joan Marín como solista. La segunda parte del concierto se iniciará con una de las obras maestras de la música clásica contemporánea de cámara del siglo pasado: La Suite en Concierto de André Jolivet para flauta y cuatro percusionistas. Para la ocasión, VPA ensemble cuenta con un flautista de lujo, Beñat Arrieta Aizpuru, solista de la Orquesta de Extremadura. La segunda parte cerrará nuevamente con un gran clásico de la música Japonesa  Hierophonie V de Yoshihisa Taïra para seis percusionistas.
Los siguientes conciertos correrán a cargo del solista internacional Christian Diersten, con obras de Blecharz, Billone, Klartag, Garutti y Sciarrino, también en el mes de febrero.

Pero el festival se extiende más allá de febrero…

Efectivamente, el festival continúa en marzo con el ensemble residente Projecte SoXXI y su nuevo proyecto “Quartet”, que ofrecerá un programa ecléctico para cuarteto de percusión con obras de Humet, Reich, Erkoreka y Levitan con coreografias a cargo del grupo de danza dirigido por Ana Luján.  El concierto final en el mes de mayo bajo el titulo “And friends…”  reunirá en el escenario a Projecte SoXXI, L’Ensemble VocaI e Innova Duo, sin duda, elementos imprescindibles en el camino andado y la realidad actual del festival con obras de Zabala, Crumb, Wytakre, Koshinski y el estreno absoluto de una pieza de Sergio Blardony que aglutinará a los tres ensembles.

Desde luego, la programación que describes evidencia una cuidada planificación que no olvida la presencia de artistas internacionales. ¿Cuál es la “filosofía” en este sentido? Nos parece que SoXXI está muy lejos de cierto provincianismo tan practicado en otros contextos y momentos…

El contexto y momento actual permite el acercamiento y la confluencia de voluntades, inquietudes más allá del provincianismo practicado en contextos y lugares que más bien deberían quedar en el olvido. Los grandes artistas nacionales e internacionales que han pasado por SoXXI, sin duda, han demostrado su grandeza como artistas, pero su categoría humana, que a veces, no trasluce en las actuaciones ha quedado patente en el modesto escenario que ofrece SoXXI. Desde aquí quiero agradecer sinceramente su colaboración, su pasión y su ejemplo de esfuerzo, de valía y de sensibilidad intelectual y artística que debe ser considerado como un valor de presente y como una apuesta firme para un futuro cierto y consistente para el arte y la cultura contemporáneos.

Mantenéis un esqueleto basado en la percusión. ¿Cómo influye este aspecto en la programación del festival?

El proyecto SoXXI aglutina principalmente a profesionales del arte de la percusión, interesados, como no puede ser de otra manera, en su principal repertorio que es el actual. No obstante es un grupo abierto a la interdisciplinariedad de las artes y las enormes posibilidades tímbricas y camerísticas del repertorio de percusión con cualquier otro instrumento o medio.

La programación busca ser ecléctica, variada y coherente ofreciendo al público una muestra del gran repertorio actual, alejado de convenciones y de formalismos. Por otra parte también se rinde homenaje a grandes compositores a través de monográficos como han sido el realizado en la primera edición a Iannis Xenakis y en la tercera a Louis Aguirre. Dos grandes compositores que atienden de manera especial a la familia de la percusión.

Como es bastante habitual en muchos músicos que ejercen como responsables de festivales, tú desarrollas en paralelo una intensa actividad docente ¿Piensas que es posible crear un trasvase entre estas experiencias? ¿De alguna forma consideras que existe posibilidad de crear un feedback productivo entre el trabajo en el aula y un festival donde se pueda mostrar el trabajo allí realizado?

Es imposible concebir un profesional de una disciplina basada en la práctica de un instrumento todavía formándose y en evolución, que no practique esa disciplina en la medida de sus posibilidades. En ciertos aspectos de la retroalimentación de la actividad musical y la docencia de la música es difícil discernir la línea que separa una de la otra. Creo que hay que entender el hecho musical bajo un concepto más holístico, sin barreras entre lo puramente docente y la actividad concertística. Sin duda el equilibrio justo entre cada una de las facetas que engloba el hecho musical no hace más que enriquecer la formación global del músico y la música. De lo contrario, se cae en la mediocridad y en el absurdo. Mi trabajo como docente, por otra parte, obliga a dotar al alumno de las experiencias  necesarias para que adquiera una formación lo más sólida y completa posible. Esto se puede conseguir de manera directa participando en proyectos al alcance de sus posibilidades o a través de la asistencia  y vivencia de conciertos que de otra manera sería difícil vivir en primera persona.

Para terminar, te planteamos una cuestión que nos parece obligada en el momento actual: da la impresión de que el llamado “concierto de música contemporánea” parece desaparecer definitivamente o quedar relegado a lo meramente museístico. Como ocurre a otros festivales, el SOXXI parece ser consciente de esto y se mueve hacia un concepto de espectáculo donde lo interdisciplinar cobra importancia dentro de la programación. ¿Cómo percibes este aspecto, en general y en el caso particular de vuestra propuesta?

En el momento actual es difícil no aunar los diferentes elementos técnicos y medios que ofrece cualquier disciplina. La interdisciplinariedad artística en las diferentes propuestas a todos los niveles suele ser la norma. En la música también se cumple, es fácil encontrar repertorio atractivo al público en general y particular, más exigente, propuestas que aúnan y fusionan diferentes disciplinas. Sin duda esto es producto del proceso de macro y micro globalización simultánea a todos los niveles socioculturales y artísticos en los que estamos inmersos y de los que, de alguna manera, no cabe sino aprovechar sus posibilidades en pro de un acercamiento y enriquecimiento cultural global sin por ello perder la individualidad y la calidad de cada una de las artes implicadas.

 

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